domingo, 20 de diciembre de 2009

mi primer polvo..................................(ron)


Me lo venía temiendo desde hacía semanas.....y finalmente me decidí.....hoy cae el primer polvo.

Esta mañana al levantarme el invierno me ha golpeado con fuerza; había pasado frío por la noche en la cama, a consecuencia de aborrecer prendas como el pijama, aunque bien pensado a falta de calor humano no estaría de más ajenciarme una prenda de 'esas'. Por eso me ha costado mucho entrar en calor el resto del día, pese a ducharme con agua calentita, los pies no han reaccionado y se han mantenido (y se mantienen) fríos cual carámbanos de hielo.

Prosigamos con el tema del polvo....el termómetro marcaba 2º en el exterior del coche y todo el campo amanecía escarchado otorgando al paisaje un aspecto de lo más navideño....."Menxu aguanta, resístete...." pensaba en silencio.
Tenía que hacer la compra semanal y mira que en eso soy muy metódica y no me suelo salir de la nota que llevo hecha......habrán sido los villancicos que sonaban incesantes por el altavoz del supermercado o los multiples pasillos repletos de material navideño listo para ser consumido; pero finalmente he sucumbido al aroma de la canela.....es que la canela me puede y alli me encontraba yo, en la línea de cajas con mi carro repleto de artículos de primera necesidad y .................. una bolsa de polvorones.....de la Estepa, de los de toda la vida......el aroma lo envolvía todo, se salía del envoltorio y llegaba a mi nariz en forma de un "cómeme, cómeme...."

Ya en casa y con los pies igualmente fríos que a primera hora de la mañana (bueno están asi hace ya un par de días) me he dispuesto a colocar la compra en los armarios.......y me he dejado los polvorones para el final (no vaya a ser que me tienten).........otra vez el olor intenso de la canela.....y estas palabras acechando en mi cerebro......"el primer polvo......el primer polvo......."

He cocinado, comido, retirado la mesa; he fregado los cacharros y cuando me iba a sentar...........de nuevo la idea peregrina......"el primer polvo".......y ........... no me he podido resistir.

He abierto la bolsa, colocado los povorones en una bandeja que tengo para ellos solitos......y que sólo saco en Navidad.
Me he sentando a una distancia prudencial, mirándolos de reojo........una vez más....... la canela lo ha envuelto todo con ese aroma especial y único.
Al carajo todo y voy directa a por mi primer polvo...............(ron)
Ha sido delicioso.......me encanta comer polvorones.......los abro con cuidado para que no pierdan su forma (nada de estujarlos o cosas raras de esas que hace la gente)........y ahi mismo en su papel aspiro con fuerza todo su aroma dulzón.........voy cogiendo trocitos pequeños, me los meto en la boca y con mi lengua los comprimo contra mi paladar, no los mastico; los degluto (así me dijeron que se dice).......aaaaaaah, la sensación es máxima.......su sabor dulce inunda toda mi boca......me encanta.
Nunca doy bocados grandes para no atragantarme.......no vaya a ser que se me atragante el primer polvo.................(ron).
Me produce mil y una sensaciones que ya no se repetiran hasta el año próximo cuando una vez más decida volver a inciar el rito.
El resto de polvorones tienen el mismo sabor...........si, pero no se saborean igual.....el primero, siempre es el primero.

martes, 15 de diciembre de 2009

un cuento...


Una tarde un montañero regresaba de un escalada al pico Surgido, bajaba por las temibles laderas de la cordillera Vital...bien es sabido por todos los amantes del monte que si duro es un ascenso, un descenso puede serlo todavía más.
Llegando exhausto al lago Remanso, advirtió a lo lejos la silueta de una mujer recortada entre las últimas luces del atardecer....visto y no visto, tal que la vio la dejó de ver.

Extrañado el montañero y con su vivaz curiosidad se dio un rodeo por el lado del lago en el que vio a la mujer....y ¡sorpresa! la encontró tumbada en la hierba, desfallecida y desmadejada. Vaya _pensó el montañero_ que mujer tan extraña, mira cómo va vestida, y su cabello todo lleno de flores....deben ser tradiciones populares.
Intentó reanimarla con algo de agua del lago, le acercó un dulce a los labios, pero no hubo respuesta, mantenía los ojos abiertos pero parecía dormida. La noche iba avanzando y con ella el frío en aquel lugar recóndito del País Confusión.

El montañero se paró a pensar, cargar con la mujer iba a ser un duro trabajo hasta el pueblo y dejarla ahí, así desfallecida, no podía.
De pronto y de su más íntimo recuerdo una voz femenina le susurró 'fierabrás.....fierabrás....'
¡Claro! pensó el montañero, el bálsamo, buscaré los ingredientes y lo prepararé para ella.

Toda la noche le llevó al montañero conseguir todos los ingredientes para la elaboración correcta del bálsamo. Cuando regresó al lago, la mujer seguía tendida en la orilla, mientras él preparaba el bálsamo no le quitaba la vista de encima por si ocurría algún cambio en ella, pero nada....hacia la madrugada ya tenía lista la pócima mágica que todos los males cura.
Bien sabía el montañero, por que así se lo había explicado claramente su abuela, que el bálsamo de fierabrás era una receta secreta revelada sólo a los elegidos; en cada lugar del mundo su elaboración era distinta pues dependía de los ingredientes del lugar en cuestión pero siempre daba como resultado la total sanación de aquel que la tomara; mucho cuidado había que tener pues no podía errar en lo más mínimo en su elaboración, un solo fallo, el más insignificante y el bálsamo podía convertirse en el veneno más letal...

Cuando el sol comenzó a brillar por el horizonte, tomó a la mujer entre sus brazos con delicadeza y con sumo cuidado le dio a beber el bálsamo, pensando en silencio: "cierra los ojos....con cuidado, bebe despacio".

Pasaron las horas y no se produjo ningún cambio en la mujer solamente sus ojos se habían cerrado... de esa manera parecía que se había despedido de la vida.

Tarde, he llegado demasiado tarde _se dijo el montañero con lágrimas en los ojos_
O lo que es peor, me he equivocado de ingredientes. Necio, soy un necio por pensar que sabía hacerlo, que podía hacerlo...

Recogió sus bártulos y su pena y se dirigió al pueblo a comunicar a las autoridades la fatal noticia de la mujer fallecida en el lago.
Así, con la tristeza metida en su mochila, volvió a su casa, a su trabajo, a su vida.

Pasado el tiempo, el montañero que no había regresado a la cordillera Vital desde aquel negro día, preparó un ascenso por otra de las laderas de difícil acceso, la ladera de la Verdad.
Con todos los preparativos olvidó lo más importante: la ilusión por subir.
Comenzó el ascenso desmotivado, triste y cabizbajo....tanto así, que al llegar al Alto de la Libertad, no pudo seguir, resbaló y cayó rodando por toda la ladera hasta llegar al lago Remanso donde se topó con un pedrusco que le golpeó la cara y le dejó aturdido y somnoliento.
En uno de los sueños, el montañero vio acercarse a una mujer con flores en el pelo que no caminaba, flotaba por el aire, ligera, etérea....

Cuando despertó de su inconsciencia, ella todavía permanecía sentada a su lado, mirándole con esos ojos de noche infinita y sonriéndole como jamás nadie antes le había sonreído....más que con los labios con su rostro entero.
El montañero la miró extrañado, como si estuviera viendo visiones pero entonces la mujer dijo:

"Cierra los ojos"
Yo confiada los cerré.
"Ahora, bebe"
Y bebí.....podrías haberme matado.....pero sané.

Con aquellas breves palabras, el montañero lo comprendió todo....era ella.

Cuentan las leyendas que aquella mujer fue un hada del lago que salió del agua para ver el mundo sin saber que no podría volver a entrar y que moriría en el exterior.
Dicen que el bálsamo de fierabrás que especialmente para ella creo el montañero le salvó la vida.
Cuentan que caminaron juntos por muchos años. Que ella nunca perdió su sonrisa y él jamás su ilusión...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

María


Mi bisabuela María se crío en Sevilla, en el cortijo con sus tías ricas.
Su padre era buhonero de aquellos de carreta atestada de bártulos y andaba con su familia por los caminos de aquella España, no me pregunten por qué se dedicaba a esos menesteres cuando sus hermanas solteras tenían una posición muy acomodada, esos datos se obviaban en los relatos de sobremesa.
Así que estoy como ustedes sin ninguna idea concreta, pero con varias suposiciones...

Volvamos a María, arrancada de su seno familiar cuando apenas rozaría los diez años, suficientes por el contrario, para forjarle un carácter libre y soñador.
Le gustaba su vida en la carreta con sus padres y hermanos, le gustaba ver las estrellas antes de dormir, lavarse ... o no, en fin, vivir en libertad.
María en el cortijo se asfixiaba, le molestaban las tenacillas al hacerle los tirabuzones, le picaba el cuello de organdí del vestido nuevo, le sobraban los volantes del vestido, le estiraban las coletas y los lazos...María iba a un colegio de señoritas, de los que enseñaban, a bordar, cómo colocar una mesa, cómo caminar con porte elegante, como hablar con el abanico, como bajar la vista ante un hombre....María penaba por ese mundo sibarita...fueron pasando los años tediosos, monótonos, asistía a bailes de sociedad y conciertos de música clásica; sentada en su butaca del palco, medio a oscuras la música comenzaba, María se escurría en su butaca, se escurría y se escurría hasta que quedaba sentada en el suelo, con la cabeza sobre el asiento, durmiendo a pierna suelta....se aburría.

"Niña, quita esa música 'ratonera' que no la soporto y ponme un ratito a la Piquer" _decía años después_

María se escapaba todas las noches a hurtadillas, a las cuadras para oler a estiércol y a ese olor a animal, respiraba la noche, olisqueaba la hierba fresca, era de las cosas que más le gustaban en el mundo y no esos perfumes traídos 'vete tu a saber de dónde' en los que le obligaban a bañarse sus tías.
Se tumbaba en el suelo en alguna cuadra y miraba las estrellas desde el ventanuco...soñaba, soñaba...... y soñaba.

Vicente, la veía venir a las cuadras todas las noches y la espiaba; María se soltaba el pelo, se aflojaba la camisa de dormir y olía a los animales como si estuviera loca de atar.... 'Esta chiquilla' pensaba él.
Una noche la encontró, como tantas otras, pero esta vez se atrevió a hablarle:
"Señorita, refresca y no debería estar aqui"
"Ay, Vicente, lléveme de paseo con Zafiro, bien sabe usted que las tías no me dejan montar, y quiero ver el río"
Vicente, que hubiera bebido los vientos por Maria, si hiciera falta, consintió.
Ensilló a Zafiro, la ayudó a subir y a colocarse 'como Dios manda' a la grupa del caballo, no a horcajadas como ella prefería, de un salto se colocó él y partieron.

Fue el viento, el río, la noche o Zafiro, pero sellaron aquella noche de junio con un amor para toda su vida.

María acostada en su blanco lecho sabía lo que pasaba lo llevaba sabiendo tres meses, 'aquello' ya se movía.
Nos amamos, les dijo a sus tías...un fardo de ropa de trabajo, comida para una semana, unas monedas y a Zafiro...por supuesto.
La desheredación y el destierro...por descontado.

Iniciaron el camino, largo y seco hasta Extremadura, tierra como su nombre indica, extrema y dura, tierra de conquistadores y hombre bravos; no era así el pobre Vicente, que enfermó en el camino, dos semanas después de dejar el cortijo y murió en la tercera.

Maria llegó a Trujillo en su sexto mes de embarazo, extenuada y sola.
La madre de Vicente no la recibió, no había para alimentar dos bocas más. Le cerró la contrapuerta, antes si cabe, de decirle que Vicente, su hijo, había muerto pero que ella llevaba en su vientre a su futuro nieto.
María marchaba del pueblo cuando se cruzó con un pastor que la miró bien mirada de arriba a abajo, ella le sostuvo la mirada por que no era lasciva ni obscena, sino dulce y amorosa, como fuera una vez la de Vicente.
Así conoció a Isidoro.

Isidoro y María se casaron y bautizaron a Vicentito, el mismo día, Isidoro era primo hermano de Vicente, cosas de la vida...pastor y un buen hombre...

No vengo a decirles que María amara a Isidoro como antes había sucedido con Vicente, pero estuvieron juntos toda la vida, quizás el amor tome formas distintas con las distintas personas y nunca se presenta igual...pero mi bisabuela María me decía, niña tú ama, aunque no esté permitido, pero tú ama; este, y entonces se daba golpes en el pecho, cerca del corazón, que se mueva...
desde la cocina se oía la voz de mi abuela que decía 'madre, no le diga esas cosas a la niña que me la va a volver pajarera'...
pajarera o no....mi bisabuela me enseñó, la clase de amor que mueve el mundo, en ella lo vi...
De mi bisabuela María dicen que tengo los ojos, el arrebato andaluz, la fuerza y la rebeldía....yo no lo sé.
...Más Marías por favor....

jueves, 3 de diciembre de 2009

Valeria



Valeria madruga todos los días, trabaja en las afueras en una residencia de ancianos, de esos ancianos que el tiempo les fue arrebatando todo y hoy están solos, muchos juntos, pero solos...no hay días de descanso, trabaja mucho para mandar dinero a su casa, su mamá hace tiempo que enfermó ya no puede trabajar y Dario debe seguir estudiando...Valeria vino a este país hace tres años y se instaló en la capital, al principio con una prima hermana, pero esta marchó a la costa a trabajar y Valeria se quedó sola. Para ella sus viejitos son su familia y el asilo casi su hogar. Tiene un amor, un gran amor, si no fuera por Él, su vida estaría vacía...Él mueve su pequeño mundo, no hay día en que no se vean... Valeria no puede vivir sin Él.

Nerviosa se cepilla su largo cabello negro y con esmero se teje una trenza de esas interminables...recoge los cacharros del desayuno, coloca la ropa en el armario, hace con delicadeza su cama, pone de comer a 'suorgullo' que ronronea dando vueltas al platillo, mira a su santa, se santigua y se va.

Camina rápido por la calle vacía, el pulso se le acelera, los nervios en el estómago, a medida que se acerca al lugar de encuentro se le va erizando el vello, un golpe de viento helado le suelta un mechón de su trenza, ella se mira en un escaparate, se arregla el mechón, se sube el cuello del abrigo, hace frío, se ajusta el cinturón del abrigo.

YA ha llegado; sólo falta esperar, espera impaciente mirando el reloj... y la curva, el reloj... y la curva, el reloj... y la....
Ahí está!!!
Los ojos se le iluminan, la sonrisa se instala en su cara, el corazón.....uffff.... Él llega...

Buen día.
Buenos dias.

Valeria se sienta como cada día en el asiento más próximo al conductor, el bolso en su regazo, las piernas bien juntitas, la espalda recta y la barbilla alta.
Le ve por el espejo que hay delante de Él, sus ojos, su boca...se embelesa con lo que ve y el trayecto se le hace corto contemplando...contemplándole.
'Ding' parada solicitada, es la suya.

Hasta mañana...como cada día, no recibe respuesta...
Valeria, suspira, se pone una mano en el pecho para aquietar al corazón que, desbocado, parece que vaya a salírsele por la boca, sonríe y piensa...mañana te volveré a ver amor mío.

martes, 17 de noviembre de 2009

El aroma de los libros


Els llibres fan més lliure l'ànima de les persones...llig, xiqueta...sempre!! (Traducción: los libros hacen más libre el alma de las personas...lee, mi niña, siempre!!!)

Me inicié en el tema de la lectura a muy temprana edad, mi abuelo, con paciencia de santo, me enseñó las vocales aquel verano de 1972, yo tenía cuatro años....tras las vocales, vinieron las sílabas y cuando comencé el colegio ya sabía leer frases enteras, nada de "mi mamá me mima" frases del estilo de: "y en un abceso de tos el corazón se le salió por la boca..."

Asi que a la edad de seis años y como eso de la lectura infantil no estaba muy de moda, me lancé a los apasionantes libros de Julio Verne, con ellos me embarqué en montones de aventuras, las historias que en los libros leí y las que me imaginé o me inspiraron aquellas lecturas, que con mi temprana y precoz imaginación, eran muy numerosas y variopintas, me acompañaron a lo largo de mi niñez.
Asi era yo una niña tranquila de mente inquieta, lectora apasionada de todo libro que me cayera cercano.

Mi abuelo al que reclutaron en la Guerra Civil como conductor de su propio y requisado camión, no era muy común en esa época disponer de un vehiculo propio y él tenía un Ford V8 asi que los republicanos decidieron que aquel hombre formaría parte de su 'guerra', era un hombre tranquilo de mente inquieta, vivía de su negocio de apicultura y, a priori, le importaba bien poco para quien guerrear, con tal de que le dejaran libre ir con su camión por esas tierras de aquella España, en busca de la flor del momento para que sus abejas pudieran nutrirse a gusto, e hicieran la más exquisita de las mieles, eso si, siempre con denominación de origen, como diríamos ahora.
Nada de sucedáneos tipo la miel "mil flores" ¿qué era eso? según él, esa miel era la vergüenza de las mieles.
Había que ir en busca del romero, del espliego, del tomillo, del azahar o del eucaliptus, allá donde estuvieran, pero eso de mezclar flores...eso no estaba bien.

Volviendo al tema que nos ocupa, mi abuelo tenía muchas veces que hacer desalojos en palacios castellanos o de otras nacionalidades siempre nacionales con su tropa ya que el notable hecho de poseer un camión le ascendió directamente a sargento.
La tropa disfrutaba en esos menesteres expoliadores, de los palacetes y casas señoriales sacaban todo tipo de enseres domésticos de la más alta calidad: vajillas de porcelana de Sajonia, cuberterias de plata fina, joyas, telas de seda...
Mi abuelo, nada más entrar en las casas, corría directamente a la biblioteca, alli saciaba su sed de Literatura y se hacía con su propio botín, ediciones encuadernadas en piel de los Clásicos, un Quijote numerado, la colección entera de Shakespeare traducida, libros de poesía romántica anglosajona y castellana, un sinfín de libros denominados prohibidos e incluso algún que otro incunable...asi evitaba también alguna visión ingrata de la guerra y de la que no se sentía nada orgulloso, pero como decía él: la guerra es la guerra, xiqueta.

Una mañana, en un desalojo a un palacio extremeño de cierta relevancia, un sargento compañero de mi abuelo le recriminó por que siempre se llevaba libros y jamás cogía nada de valor (palabras textuales)
Mi abuelo entró de nuevo en el palacio y cogió dos candelabros de plata, miró a la señora de la casa con sus profundos ojos azules y con una leve inclinación de cabeza le hizo saber que lo sentía en el alma, la señora le sonrió tímida y con disimulo otorgándole su perdón pero mi abuelo lamentó este hecho el resto de su vida, cuando pasaba por delante de la consola en la que estaban colocados los preciosos candelabros del siglo XVII en la casa familiar, apretaba los labios y chasqueaba los dedos en señal de desaprobación.
Cuando me contaba esta historia, yo solía preguntarle por los libros, ya que también eran robados pero él decía que los libros eran otra cosa, los señores de los palacios o casas señoriales a los que se los cogía no los usaban más que para decorar sus bibliotecas y además algo tenía que coger ¿no? La biblioteca de mi abuelo era una de las más maravillosas bibliotecas que yo he visto jamás, hecha a fuerza de expolio, si, pero con muy buen gusto y cuidado.

Mi abuelo murió cuando yo tenía diez años, aquella tarde de mayo pasó por casa de mis abuelos más gente de la que yo había visto jamás, cada persona que venía se llevaba un libro, asi lo había deseado mi abuelo en sus últimas voluntades; yo los veía desparecer de los estantes de sus librerías de caoba; cada vez que desaparecía un ejemplar se me llenaban los ojos de lágrimas por la pérdida del libro...y de mi abuelo querido; en aquel momento yo no era consciente de cuánto los iba a echar de menos... A todos.
Finalmente quedó un último ejemplar, uno de tapas azules y grabados con un letrero de fondo rojo en el que se lee en letras doradas NARRACIONES TERRORÍFICAS, de escaso valor material, lo cogí entre mis manos de diez años, le acaricié las tapas, pasé las hojas rápidamente dejando que su aroma me envolviera toda, lo abrí por la mitad, acerqué mi naricilla a las páginas y aspiré lo más profundamente que pude... los olores del libro, de sus historias, de mi abuelo, de las tardes de verano, de mi niñez, se mezclaron con mis lágrimas formando una vorágine de sensaciones difícil de digerir...enjugué el llanto, me tragué mis lágrimas, los aromas, los recuerdos y aquella tarde... dejé de ser niña.
Nada más, en lo que a lo material se refiere, tengo de mi abuelo.

Recuerdo el aroma de cada libro de su biblioteca, por que él decía que los libros atrapan los olores, incluso a veces la esencia de la persona que los lee.
Decía que se puede conocer muy bien a una persona sólo por los libros que lee; él era capaz de diferenciar cada olor peculiar de cada ejemplar y sabía al dedillo de dónde provenia cada uno.
En las tardes de verano nos sentábamos a la fresca en la calle con sillas bajas de madera y enea, dejábamos que se evaporara la tarde, como se evaporaba el agua en la acera recién regada...Leíamos sin parar, caían en mis manos todo tipo de libros, sin importar la temática, ni el estilo literario, ni tan siquiera si eran o no aptos para mi temprana edad...me enseñó a identificar los olores de las distintas pieles de las cubiertas, del papel o pergamino de las páginas, si se fumaba tabaco o pipa en aquella casa de la que provenían originariamente, si había chimenea en la biblioteca, si eran del señor o de la señora de la casa, si habían sido leídos con anterioridad, si era una edición de lujo o una simple copia barata, aunque a él le daba igual a todos los trataba con el mismo cuidado: "un libro es un libro y siempre tiene cosas que contar _decía_
Con él aprendi a desvelar los más íntimos secretos de los libros, a desnudar con mis sentidos otras historias distintas a las que estaban escritas.
Me enseñó a agradecer a los autores por contar las historias, a los dueños de los libros por compartirlos, a los posibles anteriores lectores por las anotaciones a pie de página, y a respetar el libro en si para que quedara mi esencia impresa en él y que otra persona pudiera deleitarse leyéndolo, en resumen, me enseñó a amar los libros, las letras...mi abuelo decía que algún día yo contaría historias y no se equivocaba, las cuento si, pero para mi misma, para no olvidar, para sentirme viva; a veces las comparto con seres especiales que me llenan la vida y que son ellos, muchas veces, los que me inspiran esas historias.

Siempre que me prestan un libro me cuesta empezar a leerlo, es como entrar en la casa de alguien que te invita y te dice siéntete como en tu casa, pero eso cuesta y una suele pedir permiso para sentarse o preguntar educadamente dónde está el lavabo; pues con los libros prestados me sucede algo similar. Cuando llega un ejemplar a mi casa y no es mio, sigo un ritual de reconocimiento, le pido permiso para leerlo, le invito para que forme parte, de algún modo, de un momento de mi vida.

Lo cojo, miro las tapas, las acaricio, lo huelo sin abrirlo, lo abro y reviso las primeras páginas, por si hay algo escrito, le paso las hojas muy rápidamente para que me de el aire y aspiro profundamente el aroma de su propietario/a...me familiarizo con él y vice-versa.
Después reviso las esquinas de las páginas y si están dobladas, sonrío por que yo también lo hago, cosa que me sabe muy mal, por que aunque las pongas rectas con esmero, nunca, nunca se vuelven a quedar como cuando estaban sin doblar; entonces para leer ese libro en particular tomo como referencia las páginas dobladas, ese es el tempo que le doy a mi lectura, paro donde hay una esquina doblada y sigo leyendo hasta la siguiente esquina, asi puedo adivinar cuánto tiempo tardó su propietario/a en leerlo.

A veces si me une al propietario/a algún vínculo afectivo, abro el libro por la mitad y meto la nariz hasta el fondo de las hojas aspirando el profundo olor del papel, mezclado sin duda, con el de la persona a la que pertenece, cierro los ojos y vuelvo a aspirar, entonces aparece su esencia y la reconozco.
Si lo que me une al propietario es amor sonrío por que asi sé cómo huelen sus libros; son suyos, guardan su esencia y la reconozco...ahora los tengo yo que les daré mi propio aroma y mi esencia.
Mi abuelo decía que al libro no le importa si le doblas las esquinas, si escribes (en lápiz) en los márgenes o si subrayas frases que te llaman la atención, decía que eso engrandecía al libro, lo hacía más 'humano', le aportaba vida...

Gracias por compartir tus libros conmigo...el aroma de uno de ellos me ha inspirado, en esta tarde gris, este curioso relato de libros, recuerdos, aromas y deseos.
Gracias por ser tú y por estar presente en mi vida...

domingo, 15 de noviembre de 2009

...Luz



Cuenta una leyenda que al principio de los tiempos todo era Oscuridad.....

Una mañana de primavera Luz jugaba distraída en el jardín.....soy la más rápida _decía_ voy a toda velocidad _canturreaba...._
Tiempo se mecía en un balacín en el porche, la miraba corretear y se decía a si mismo...."lo eres, eres la que corre más, aunque yo con mi paso constante soy el que nunca se detiene, segundo a segundo, día tras día....soy implacable, feroz y os engullo a todos".

Sonido se dejó caer de un árbol en donde había estado escuchando el trinar de los pájaros....era un joven muy apuesto y a su paso siempre le acompañaba un tintinear como de cascabeles de cristal....era delicioso verlo hacer carreras con Luz.....nunca ganaba, pero cerrar los ojos y escucharle correr era música celestial. Luz regresaba veloz dejando tras de si esa estela luminosa que sólo ella podía proyectar....Él todavía en el valle se entretenía con el discurrir del agua en una fuente o con el batir de las alas de una mariposa, todo en la Tierra sonaba diferente cuando él estaba cerca.

Una tarde Luz estaba de lo más aburrida, se cansaba de hacer carreras por que siempre ganaba....ganar está bien pero cuando se convierte en costumbre llega a ser tedioso.
Se subió al columpio del jardín e inició su ascenso hacia las Nubes, alta, alta por el Cielo.......Nadie puede correr más rápido que yo_gritaba_ Soy la más rápida sobre las rápidas en toda la Tierra_ decía entonando una musiquilla molesta_

La noche estaba cayendo; Sol, redondo y anaranajado se escondía lentamente tras las Montañas. En aquella oscura noche de Luna Nueva, de pronto, sin que nadie supiera de donde salía, se escuchó una voz......No eres la más rápida entre las rápidas_dijo la profunda voz_
Luz frenó en seco su columpió y contestó soberbia_¿Quien dice eso? Muéstrate ahora mismo!!!.
Sólo digo_prosiguió la voz con parsimonia_ que YO voy más deprisa que TÚ.
¿TÚÚÚ? Ja, ja!! _dijo Luz y añadió_ Muy bien, entonces te reto a una carrera. Tiempo, tú serás nuestro árbitro, Sonido, tú harás sonar tu música cuando YO llegue la primera_ organizó rápidamente Luz.
Tienes que decirnos quien eres para que Sonido te pueda reconocer si es que llegas antes que YO_ gritó Luz_
Muy bien_contestó la voz_ que Sonido venga donde las Montañas Gemelas se unen, le estaré esperando alli.

Sonido se adelantó y reconoció al fabuloso contrincante de Luz....que más que fabuloso, resultó ser fabulosa, pero claro, con aquella voz tan profunda...parecía lo que no era.

Se trazaron varios itinerarios alternativos, por si acaso quedaban en tablas poder desempatar, en total tres recorridos distintos....Para ganar la carrera había que ganar dos de tres.
El primer recorrido iba desde la Casa hasta el Estanque de Cristal...
Sonido iba a su paso tranquilo allá donde habían fijado la primera meta....La oscuridad lo envolvía todo....Sonido buscaba a Selene en el cielo, pero ella no había querido salir.....más tarde Lado Oscuro le contaría todo lo que ocurrió aquella noche.
Tiempo ajustó su reloj y dijo: AHORA.........
Luz fue como un relámpago, ninguno de los que estaba presente vio más que un destello como de polvo de estrellas.

Cuando Luz llegó al Estanque de Cristal, Sonido no hizo sonar sus cascabeles....

El segundo recorrido era desde el Estanque de Cristal hasta las Praderas de Terciopelo.
Tiempo, junto con todos los demás se acercaron al punto de partida.....Luz estaba muy disgustada.
Sonido se adelantó hacia las Praderas de Terciopelo para ser él que recibiera a los dos corredores.....la oscuridad lo envolvia todo...
Tiempo volvió a ajustar su reloj y volvió a decir: AHORA....
Esta vez Luz fue más rápida, si cabe, que antes.....más rápida que nunca decían los espectadores.

Cuando Luz llegó a las Praderas de Terciopelo, Sonido no hizo sonar sus cascabeles....

¿Pero qué es lo que pasa?_gritó ella enfadadísima_
Mientras tanto, poco a poco, iban llegando Tiempo con el resto de espectadores....
Sonido le explicó a Luz y a todos los demás que no había llegado primera ninguna de las dos veces, por eso no había hecho sonar sus cascabeles.
Pero si cuando YO llego no hay nadie.....esta todo oscuro....YO soy la primera en llegar.
Sonido negando con la cabeza le dijo: Creo que debes conocer a tu contrincante, pero para ello tenemos que camirar hacia el tercer recorrido....bueno todos no, Luz, tú no puedes venir....
¿Que no puedo ir?_gritó_Entonces, ¿cómo se supone que voy a conocer a mi contrincante?
No la puedes conocer_prosiguió Sonido_TÚ, no la puedes conocer.....ni ella a ti. El resto me puede acompañar.
Luz se quedó sola, sentada en la Pradera de Terciopelo, tocando la suave hierba con su mano luminosa......Al cabo de lo que a ella le pareció una eternidad, aparecieron TODOS....y dijeron a coro: "ya la hemos conocido".
Tiempo se tomó su tiempo y dijo a continuación_Sonido tenía razón, Luz, TÚ no has llegado la primera_ ELLA ya estaba alli antes de que TÚ llegaras.
¿ELLA? ¿quien es ELLA?_dijo Luz fanfarrona_
Mi nombre_dijo la profunda voz_ es Oscuridad.....Cuando TÚ llegas, querida mía, YO hace rato que estoy alli.

Desde ese día en el principio de los tiempos....Luz y Oscuridad caminan juntas de la mano por la Tierra, a veces casi se rozan, pero es tan leve que ni lo notan....

martes, 10 de noviembre de 2009

...no puedo


....que no, que no puedo hacerlo....

"Si que puedes", llegaste a decirme por señas antes de que el tunel se tragara tu tren....
Te vas; te vas y me quedo pensando en que sí puedo, pero en el fondo sé que no.
Entro en el coche, con la seguridad de que no voy a poder hacerlo, pero tus palabras, suenan y resuenan: "Eres fuerte, convécete, tú puedes, si que puedes".
La autopista me lleva hacia una carretera nacional, la carretera nacional hacia una secundaria y ésta me conduce hasta una pequeña carreterita que desemboca en la playa....Ah! la playa....el mar, que mar-avilla, cuánto lo he echado de menos...su aroma, su sonido....su color.

No voy a poder, me repito una y otra vez, lo he intentado mil veces, y desde mi interior, como dice mi querida Gema....he hecho esfuerzos convencida de que puedo y al final no tengo más remedio que admitir que no puedo....es más fuerte que yo.

El mar acompasa mis pensamientos más profundos, el rítmico sonar de las olas me traen palabras.....puedessssssssssss....noooo, noooo puedooooo....puedesssss....

Al final decido marcharme camino de casa, aparco el coche en su cochera, la número 3, no podría ser otra....el corazón me late tan fuerte que me golpea en las sienes...no quiero entrar en casa, no quiero verlo....no puedo, ¡ay señor! si es que no voy a poder.

Él permanecía alli, quieto, estático....frio como el cristal, en la misma postura en la que lo dejé.
Cierro los ojos por un instante y creo no verlo, pero sé que está ahi, esperándome, que lo intentemos una vez más, yo no tengo ganas, no puedo más, lo he intentado todo y sé que no puedo, lo siento dentro de mi, lo sienten todos mis sentidos....los seis....Abro los ojos y me enfrento a la verdad

Lo cojo entre mis brazos, con suavidad pero firmemente....respiro hondo.
Bien. Lo intentaremos una vez más, mis manos le rodean, primero con inseguridad, después con firmeza. Está bien, lo conseguiremos esta vez, no te preocupes, no temas, estoy aqui....venga.



No puedo, lo veis como no puedo.....maldito bote de pepinillos, ¿ahora que coñ...voy a poner en la ensalada?

lunes, 9 de noviembre de 2009

la vitrocerámica



_Quisiera cambiar la encimera por una vitrocerámica _dijo_ mientras repartía la sopa en los platos.
En todos los años que llevaban casados, Dora nunca había pedido nada, siempre se conformaba con aquello que tenía, lo primero era Vicente y sus cosas.

Pasados tres días se presentaron dos muchachos a instalarle su vitrocerámica y llevarse la vieja encimera de gas....
Dora la contempló, una vez colocada,tan bonita, tan lisa, tan brillante y perfecta.
Preparó la cena como las cientos de cenas antes preparadas, pero esta vez, era con su vitrocerámica, estaba tan satisfecha.

Cuando terminaba de guisar, le pasaba un paño húmedo en agua caliente para quitarle la grasa, la untaba con el líquido que le habían aconsejado que era el mejor, le pasaba una esponja, con cuidado, con esmero y delicadeza, como hubiera hecho con sus hijos....Ay! sus hijos, aquellos que nunca llegaron...
Después de la esponja, la bayeta mojada, pero muy bien escurrida y por último un papel de cocina...
Entonces brillaba la sonrisa de Dora, reflejada en aquel cristal oscuro.

Voy a tomar el sol un rato, ¿vienes? _ le preguntaba Vicente con su voz templada_
Ahora no puedo, ¿no ves que estoy limpiando mi vitrocerámica?, ve tu _le contestaba Dora_

Voy a tumbarme un rato la siesta, ¿vienes?_ otro día Vicente le volvía a decir_
Pues no, no voy, hay una mancha que se me resiste _decía ella_ Necesito que reluzca.

Voy a leer antes de dormirme, ¿vienes?_ le susurraba al oído, con esa voz a la que nunca antes ella se habría resistido_
Quita, hombre ¿no sabes que no me puedo dormir, si mi vitrocerámica está sin brillo?_ decía Dora apartándose de él_

Una tarde Vicente salió a dar un paseo, solo, como últimamente ... y no volvió a su casa, ni al dia siguente ... ni el siguiente al siguiente. Había recogido todas sus cosas mientras Dora seguía sacando brillo a esa maldita vitrocerámica...

Dora, pasaba el paño a su vitrocerámica, el líquido, la esponja, volvía a pasar la bayeta, por último, el papel de cocina, entonces respiraba hondo, sonreía reflejada en el cristal perfecto, satisfecha, sólo entonces, se iba a dormir.

Al principio, guisaba, pero las cacerolas dejaban un surco dificilísimo de quitar, después freía, pero las manchas de grasa ensuciaban el impoluto cristal, pasados unos dias ya sólo hervía agua para hacerse infusiones... un tiempo después, nada, sólo limpiaba y limpiaba aquella superficie lisa, oscura, brillante, perfecta...

Cuando los vecinos avisaron a la guardia civil, hacía dias que olía raro.

Entraron, tomaron fotos y sus notas pertinentes, esperaron a que la jueza hiciera el levantamiento del cadáver.
"Mujer, aproximadamente 60 años, fallecida por deshidratación e inanición"... Expediente y firma... Había terminado su trabajo.

Señora jueza _dijo el sargento al mando_ tiene usted una pequeña mancha de tinta en la mejilla.
La jueza miró a su alrededor en busca de algo en lo que mirarse ... alli estaba: la vitrocerámica... lisa y limpia como un espejo...miró su rostro reflejado, se limpió con un dedo la mejilla y añadió:
_Aqui no hay nada más que hacer, caso cerrado_

domingo, 8 de noviembre de 2009

El viaje

















Todo parecido con la realidad es pura coicidencia....(siempre había querido escribir esto....)



Me gustaría hacer un viaje contigo _ dijo Mar como si tal cosa, mientra daba un sorbo a su cerveza_

¿Cómo? ¿Un viaje? _ respondiste aturdido_

Si, un viaje, ya sabes, yo viajo, tú viajas, nosotros viajamos, hacer maletas, preparar un itinerario, ver lugares....

Si, si, ya sé lo que es un viaje _interrumpiste_ pero... tú y yo... un viaje... ¿juntos?

No: verás, tú por tu lado y yo por el mío, y al final nos reunimos aqui y nos contamos la película cada uno de lo que ha visto por separado. ¿Estás tonto? pues claro que juntos, juntos y el mismo viaje, claro está, parece que tengo que explicártelo todo _ replicó Mar, frunciendo el ceño_

La música sonaba de fondo..."I've got you under my skin...", tú dabas pequeños tragos a tu cerveza, mientras Mar hablaba y hablaba sin cesar: "como a los dos nos gusta conducir _decía_ iremos en mi coche, asi podremos parar dónde y cuando queramos, que hay algo bonito que ver, pues nada, punto muerto, llave fuera del contacto y a deleitarnos con el amanecer..."

¿amanecer? _respondiste de sopetón_ ¿es que vamos a pasar una noche juntos?

Mira, de verdad, Daniel, a veces me pregunto por qué somos tan amigos, si es que no hay quien te entienda. A ver, te explico: un viaje, ¿me sigues? unos días juntos, fuera de nuestros entornos cotidianos, compartiendo lo que no hemos compartido nunca antes...

compartiendo ¿el qué....perdona? _ dijiste apurado_ No te quedaba cerveza, asi que pediste a la camarera otra con un gesto curioso de tu mano izquierda.

Ay por favor!!! Compartiendo ¿el qué? pues no sé ... el coche, para empezar... la mesa para cenar o comer, un paquete de pipas, una cerveza, una puesta de sol, ver un lago o un río, un aclantilado donde golpeen fuertemente las olas del mar....¿yo qué sé, Daniel? compartiendo ...lo que sea, lo que se tercie en ese momento..._dijo Mar, con su voz tranquila_

Ya. Claro. Lo que se tercie en ese momento ¿En cual momento...? _ preguntaste_ Y digo yo, y .... en tus planes .... verás, (ejem)....en tus planes ..._comentaste dubitativo_

En tus planes, en tus planes ... ¿Qué planes, Daniel? De eso se trata, de que no hay planes.... sólo una carretera, ¿no has visto el anuncio del bmw, ese de la carretera?

Tu asentiste con la cabeza, mientras seguías tragando cerveza...

Pues eso, dónde nos lleve el momento..._concluyó ella_

Si, Mar, eso ya me lo has dicho....pero el momento, pues claro... esto... el momento de....verás.....¿y dormir? _ dijiste al fin_

¿Dormir? ¡Pues no hombre, si te parece nos lo hacemos de tirón, a quien se le ocurre! _ dijo Mar, mientras movía la cabeza de un lado a otro_

En ese momento, entró Pedro en el pub y Mar se puso a hablar con él, moviéndo de ese modo las manos, que a ti te hacía tanta gracia....Ella reía, no sé a cuento de qué, se colocó la melena y bebió un largo sorbo de cerveza, mientras Pedro le contaba no sé que historia...

Mientras tanto, tú pensabas en el viaje:

"Madre mía, está loca, un viaje, ¿juntos? ella no lo entiende pero ¿qué haremos a la hora de dormir? quiero decir ¿cómo vamos a dormir? ¿juntos...compartiendo habitación? hombre, somos amigos, eso si pero....
Y si no, ¿separados?, ¿compartiendo el baño y también compartiendo ese balcón que tienen los hoteles de las pelis, que mira a la bahía...? ¡No! definitivamente compartiendo el baño no; no vaya a ser que ....en fin, que... bueno....las intimidades de cada uno... ¡ah! pero el balcón si podemos compartirlo, me parece una genial idea, cuando ella salga con su camisón de seda, la suave brisa, moviedo su pelo, y el camisón....mmm, yo saldría y entonces...."

Qué, Daniel, ¿otra cervecita? _ te dijo Mar al oído, porque tu parecías estar ya lejos, muy lejos_

No, gracias, por mi está bien_ dijiste azorado_

Seamos realistas, Mar _dijiste cuando ella volvió a la mesa.

Ya estamos otra vez, no me apetece ahora mismo ser realista _replicó_
Quiero hacer un viaje contigo, ¿qué hay de malo? Sé que ambos tenemos nuestras vidas, nuestras obligaciones, nuestros hogares, pero es que hay momentos que me gustaría que compartiéramos, me gustaría desayunar contigo y ver una peli antigua, sentarnos y quedarnos en silencio contemplando un valle, me gustaría que nos contáramos historias imposibles y nos riéramos y escucháramos música juntos..._dijo entonces Mar, poniendose un poco más seria_

Mar, no podemos hacer ese viaje_ dijiste al fin, tras haberos mirado durante el tiempo que tarda Frank Sinatra y su hija Nancy en cantar 'Something stupid'_

¿Por qué? _dijo entonces Mar, con ojos y tono suplicantes_

¿Te acuerdas que una vez te hablé del miedo? te dije que el miedo es esa sensación que tenemos los humanos que nos impide cometer locuras, arriesgarnos en exceso, que nos avisa del peligro, que nos evita males mayores..._dijiste con seriedad_
Mar, asintió con rapidez
Pues bien, no podemos hacer ese viaje, por que me invade el miedo_ dijiste al fin_

Ella permaneció callada, mirando las burbujas de su cerveza, como si fuera un bola de esas que adivinan el porvenir, durante largo rato, creo que entonces, se pararon todos lo relojes y el tiempo, como dice una canción, se convirtió en su pestañeo, lento, casi inapreciable...de pronto levantó la vista, te miró fijamente y contestó:

¿Sabes qué te digo? que si los niños pequeños tuvieran miedo, no se levantarían nunca de su jodido carrito y nunca aprenderían a caminar; si los jóvenes tuvieran miedo, no se hubieran conseguido muchas de las mejoras o cambios sociales en este mundo _soltó la perorata, como si te fuera a convencer de algo_

Tú lo has dicho, Mar, has hablado de niños pequeños y de jóvenes...nosotros, querida, somos adultos _comentaste, con tranquilidad_

Si, lo sé, Daniel, adultos y amigos...._dijo entonces ella, con voz baja_

Si, Mar, amigos e isoportablemente adultos..._dijiste tu, con voz apenas audible_

Pues ¿sabes lo que te digo, Daniel? _dijo ella finalmente_

Dime, Mar, dime_ contestaste_

Que yo, sigo queriendo hacer un viaje contigo_ dijo mientras se levantaba de la mesa, plantó un beso en tu mejilla y se marchó dejando una estela de motas de polvo, de esas que sólo se ven a contraluz.
Hasta el viernes, A d u l t o...._gritó ella desde fuera del pub, diciéndote adiós con la mano_

Lo que pasó desde que ella se fue es una incognita, me tuve que ir a escribir esto y me perdí la reacción de Daniel....